Cosmos aristotélico en el medievo:
Gerardo de Cremona, un italiano trasladado a Toledo para aprender la ciencia árabe, antes de 1187 traduce prácticamente todo el Aristóteles físico (De caelo, Physica, De generatione et corruptione, Meteorologica) junto con el Liber de causis y otras obras fundamentales de la ciencia griega y árabe (los Elementos de Euclides, la Optica de Alhacén, el Almagesto de Tolomeo). La obra que aportaba el modelo cosmológico, El Timeo de Platón, es sustituida por la de Aristóteles, dotada de un desarrollo más completo y articulado. La imposición de Aristóteles fue paulatina. Sus textos en el campo de la cosmología sufrieron una resistencia considerable debido a incompatibilidades con el dogma. Los efectos de la condena del obispo Tempier (1277) sobre la interpretación posterior de la cosmología de Aristóteles fueron enormes. El necesitarismo de su cosmos era incompatible con la concepción otodoxa de DIOS Giordano Bruno en su Del infinito: el universo y los mundos de 1584 escribe una especie de Anti-De caelo. A pesar de la observación de estrellas nuevas, cometas celestes, el relieve lunar visto con telescopio, los satélites de Júpiter, las manchas solares, las fases de Venus; la Iglesia se aferra al modelo aristotélico y lleva a Giordano Bruno a la hoguera (1600), condena el movimiento de la tierra, prohibe la obra de Copérnico donec corrigatur (1616) y fuerza la abjuración de Galileo.
Gerardo de Cremona, un italiano trasladado a Toledo para aprender la ciencia árabe, antes de 1187 traduce prácticamente todo el Aristóteles físico (De caelo, Physica, De generatione et corruptione, Meteorologica) junto con el Liber de causis y otras obras fundamentales de la ciencia griega y árabe (los Elementos de Euclides, la Optica de Alhacén, el Almagesto de Tolomeo). La obra que aportaba el modelo cosmológico, El Timeo de Platón, es sustituida por la de Aristóteles, dotada de un desarrollo más completo y articulado. La imposición de Aristóteles fue paulatina. Sus textos en el campo de la cosmología sufrieron una resistencia considerable debido a incompatibilidades con el dogma. Los efectos de la condena del obispo Tempier (1277) sobre la interpretación posterior de la cosmología de Aristóteles fueron enormes. El necesitarismo de su cosmos era incompatible con la concepción otodoxa de DIOS Giordano Bruno en su Del infinito: el universo y los mundos de 1584 escribe una especie de Anti-De caelo. A pesar de la observación de estrellas nuevas, cometas celestes, el relieve lunar visto con telescopio, los satélites de Júpiter, las manchas solares, las fases de Venus; la Iglesia se aferra al modelo aristotélico y lleva a Giordano Bruno a la hoguera (1600), condena el movimiento de la tierra, prohibe la obra de Copérnico donec corrigatur (1616) y fuerza la abjuración de Galileo.
Colón:
Según Aristóteles los extremos del mundo habitado, la India y España, se tocan. "...todos los matemáticos que intentan calcular el tamaño de la circunferencia de la tierra dicen que son cuarenta miríadas de estadios..." Esta es la más antigua estimación de la circunferencia terrestre, que equivale a más de 70.000 km, algo menos de la mitad de la estimación actual. La Imago mundi de Pedro de Ailly, que figuraba en la en la biblioteca personal de Colón y que fue ABUNDANTEMENTE
anotada por el almirante, recoge en el capítulo 8 ("Extensión de la tierra habitada") estas aseveraciones. Colón anota "Aristóteles: entre el final de España y el comienzo de la India hay un trecho de mar corto y navegable en pocas jornadas".
Según Aristóteles los extremos del mundo habitado, la India y España, se tocan. "...todos los matemáticos que intentan calcular el tamaño de la circunferencia de la tierra dicen que son cuarenta miríadas de estadios..." Esta es la más antigua estimación de la circunferencia terrestre, que equivale a más de 70.000 km, algo menos de la mitad de la estimación actual. La Imago mundi de Pedro de Ailly, que figuraba en la en la biblioteca personal de Colón y que fue ABUNDANTEMENTE
Posición y estado verdadero de la tierra. De caelo: Un indicio de que se desplazan también hacia el centro de la tierra es que los pesos en movimiento van hacia ésta no paralelamente, sino con ángulos iguales, de modo que van a parar a un único centro, que es también el de la tierra. Es evidente, pues, que la tierra ha de hallarse necesariamente en el centro e inmóvil, por las causas expuestas y por que los pesos arrojados verticalmente por la fuerza hacia arriba vuelven al punto de partida, aunque la fuerza los lance a una distancia infinita. Es, pues, evidente a partir de estas consideraciones que ni se mueve ni se halla fuera del centro. De lo expuesto, además, se desprende la causa de su permanencia estable. En efecto, si reside en su propia naturaleza el desplazarse de todas partes hacia el centro, como es manifiesto, y si el fuego, por el contrario, va naturalmente del centro al extremo, es imposible que una parte cualquiera de ella se aleje del centro sin ser violentada: pues la traslación de un cuerpo único es única y la de un cuerpo simple es simple, pero no son propias del mismo cuerpo las contrarias. Por tanto, si es imposible que una parte cualquiera de ella se aleje del centro, es evidente que aún más imposible resultará que se aleje toda ella: pues adonde es natural que vaya a parar la parte, allá también es natural que vaya el todo; por consiguiente si es imposible que se mueva a no ser por una fuerza más poderosa, será necesario que permanezca en el centro.
Por otro lado, es necesario que tenga figura esférica; en efecto, cada una de sus partes tiene peso hasta llegar al centro y la menor, al ser empujada por la mayor, no puede FORMAR
[...] Esto se comprueba también a través de los fenómenos accesibles a la sensación: pues si así no fuera, los eclipses de luna no presentarían semejantes secciones; en efecto, durante las fases mensuales la luna adopta realmente todas las formas sectoriales (es decir, va adoptando la FORMA de un sector rectilíneo, biconvexo y cóncavo), mientras que, con ocasión de los eclipses, tiene siempre como delimitación una línea convexa; por consiguiente, dado que se eclipsa debido a la interposición de la tierra, será el perfil de la tierra, al ser esférica, la causa de esa figura.
[...] por la FORMA
En la filosofía, Aristóteles distinguía: 1) una parte teórica, relativa al ser, sus elementos, causas y principios, 2) una parte práctica: sobre la actividad del hombre, y 3) una parte poética: acerca de la creación. El objeto de la ciencia es lo general, a lo que se llega por la razón. Pero lo general existe sólo en lo singular, sensorialmente perceptible, y puede conocerse sólo a través de lo singular: es condición de todo conocimiento general, la generalización inductiva, que no puede realizarse sin la percepción por los sentidos. Aristóteles admitía cuatro causas: 1) la materia o posibilidad pasiva de un proceso de formación, 2) la FORMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario